

El film se centra en Sarah y su hijo Chris, que se mudan a un nuevo hogar en la Irlanda rural junto a un bosque donde hay un enorme agujero. Una noche, Chris desaparece, y cuando lo encuentran parece que todo está normal. Pero, a medida que su comportamiento se vuelve más inquietante, Sarah empieza a temer que el niño que ha regresado no sea en absoluto su hijo.
Una noche, el hijo más joven de Sarah (Seána Kerslake) desaparece entre la maleza que hay tras su casa rural. Aunque parece ser la misma persona cuando regresa a casa, su comportamiento comienza a ser cada vez más errático. Pronto, Sarah descubre que puede que el niño que ha vuelto no sea su hijo